El propóleo es una sustancia producida por las abejas, a partir de las resinas de los árboles, se compone de resinas, ceras, flavonoides, minerales, vitaminas y aceites esenciales y la utilizan para sellar sus panales y así defenderse contra virus y bacterias. Desde siempre se ha usado el propóleo para tratar enfermedades de las vías respiratorias altas como: resfriado común, gripe, sinusitis, otitis, laringitis, bronquitis, asma bronquial, neumonía crónica e incluso tuberculosis pulmonar. Es un poderoso antiinflamatorio y analgésico que calma los estados de dolor y excelente cicatrizante natural, para quemaduras y heridas. El propóleo activa y fortalece el sistema inmunológico y posee un gran poder antioxidante. Por su efecto vasodilatador ayuda a favorecer la circulación y a normalizar la presión arterial mejorando así el sistema circulatorio y la salud del corazón Del mismo modo, el propóleo se usa también en el ámbito de la dermatología, para el tratamiento de acné, abscesos, forúnculos, sabañones, picaduras de insectos, llagas, quemaduras, urticaria, herpes y verrugas. También es utilizado en tratamientos contra diversos problemas bucales, tales como periodontitis, caries, aftas, abscesos y gingivitis. Además, por su alto poder antibiótico nos protege de todo tipo de patógenos, bacterias, virus, parásitos y hongos, sin alterar la flora intestinal y sin implicar ningún riesgo para la salud.
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